Anteproyecto tejido de viviendas y equipamiento sobre tierras Fiscales Nacionale
Primera etapa ee Re-urbanizacion del Barrio 31 Carlos Mugica
Convenio Capmsa – Hi FADU UBA

Proyecto

Autoridades Corporación Puerto Madero

Presidente
Alfredo Máximo Garay

Vicepresidente
Eugenio Breard

Directores
Fernando Suárez – Néstor Osvaldo Peña – Damián Darío Sarquis – Pablo Héctor Walter

Gerente
Eduardo Albanece

Equipo de Proyecto
Javier Fernández Castro – Arnoldo Rivkin – Matías Tozzini – Matías Torres – Lucía Solari – Federico Houllé -Nicolás Oro – Natalia Acevedo – Pablo Vitale

Uso
Proyecto Urbano, Vivienda y Equipamiento

Ubicación
Retiro, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Año
2014

Preconceptos y preexistencias

Las villa 31 representa el área “informal” con mayor carga emblemática de la Ciudad de Buenos Aires. Si bien su extensión (35 Ha) y población (30.000 habitantes según censo 2009) no se acercan a las mayores presencias del hábitat popular en la Región Metropolitana, una serie de factores concurren a realzar su especial significación y excepcionalidad. Es la más antigua de la Ciudad con más de ocho décadas de existencia, ubicada en el extremo norte de su área central, entre el puerto y un importante nodo de transferencia donde concurren buses de larga distancia, tres terminales ferroviarias y líneas de subterráneos. En este marco contrasta con barrios vecinos de alto valor inmobiliario, configurando la postal típica de la dualidad urbana al recortar sus construcciones precarias sobre un fondo de torres corporativas. Sus habitantes han decidido nominarla Barrio Carlos Mugica, en memoria del sacerdote tercermundista que desde su capilla en el barrio contribuyó a la organización del movimiento villero.

Precisamente, varias de estas circunstancias contribuyeron a lo largo del tiempo a la generalización de un discurso, tanto desde las esferas profesionales como desde los medios, tendiente a su erradicación. Su potencial sustitución por emprendimientos de alta rentabilidad inmobiliaria, la logística del área portuaria, o la necesidad de resolver mejores condiciones de flujo entre el centro y la periferia norte, eran argumentos que concatenados insistían en invisibilizar el barrio o las consecuencias socio políticas de erradicar compulsivamente sus habitantes, en su mayoría con varias generaciones de asiento en ese territorio.

La investigación que dio origen a este trabajo, planteó la hipótesis proyectual de la radicación total en el sitio, pero comprendiendo a la vez la resolución solidaria del resto de las demandas “extra barrio” presentes en el área macro. Se generó así la proyección de un nuevo escenario, presentando el proyecto urbano como herramienta de negociación entre actores diversos, donde fueran posibles conjugar posiciones hasta entonces planteadas como antagónicas. El proyecto sirvió ante todo para pasar de un imaginario excluyente (el barrio versus el desarrollo del área centro – norte) a otro integrador (el barrio (re)urbanizado como posibilidad cierta de desarrollo inclusivo del área centro – norte). La visualización de las potencialidades políticas de este desarrollo por parte de la organización vecinal decidió la movilización y reclamo por su concreción ante los actores estatales decisorios, desencadenando un proceso político que continúa con avances y retrocesos hasta nuestros días.

El proyecto urbano cobró entonces un significado no habitual en nuestros contextos. Ya no se presentaba en su formato tradicional de prefigurar pretendidos “vacíos” reconvirtiéndolos linealmente en áreas de prestigio ex novo, sino de reconocer preexistentes “llenos” sobre los que operar en articulación de demandas y actores en forma compleja e inclusiva.

El inicio del trabajo consistió en el relevamiento y lectura de la estructura urbana preexistente como ineludible material proyectual de partida. El abandono de todo preconcepto, permitió reconocer una organización continente de los mismos elementos que cualquier recorte urbano otro, donde la diferencia radica en su grado de desarrollo y formalización, aquí producida desde la escasez de recursos. Se trataba de considerar la villa como un espacio carente a dotar antes que como una anomalía a extirpar.

La estructura reconocida puede sintetizarse en una cabecera histórica de mayor consolidación lindante a la estación terminal de buses, su prolongación en dos ejes paralelos de crecimiento (conocidos como 31 y 31 bis) a ambos lados de la autopista central, un baricentro abierto como espacio de referencia principal, y en el extremo opuesto un nodo vial inconcluso signado por la presencia de la capilla original del padre Mugica y el patrimonial Edificio Movimiento, paradigmático ejemplo de la arquitectura moderna estatal de los años cincuentas en Argentina.

Propuestas y proyecciones

La propuesta resultó de una construcción colectiva, donde los investigadores actuamos en escucha e interpretación de las demandas de los vecinos del barrio, proyectando en ellas los saberes específicos de la disciplina urbana y la necesaria visión integral de las problemáticas en juego. La noción tradicional de proyecto suele concluir en la prefiguración de un objeto totalizador, perfecto y acabado, pretendidamente inmutable y de ser posible atemporal. La actuación en estos contextos rompe en cambio con toda ilusión canónica. La solución planteada, muy por el contrario, debe adoptar la flexibilidad suficiente impuesta por sus propios tiempos de gestión en los que sus condiciones y oportunidades suelen mutar, ponderar diferentes escenarios, reconocer elementos heterogéneos y su etapabilidad de ejecución, sumar potencialidades externas para compensar debilidades internas, ofrecer respuestas diversas a los diferentes intereses en el sitio, prever discontinuidades de financiación y gestión por parte de un Estado aún en reconstrucción de sus capacidades, en definitiva ponderando tensiones y lógicas muy diversas.

Asumida la radicación como eje conceptual, la estructura resultante del proyecto reconoce marcadas continuidades respecto de la actual, expresando estrategias de corrección sutil en el tejido general con otras de fuerte impronta y carácter transformador en los espacios nodales.

Pueden así diferenciarse acciones tipificadas o seriadas derramadas en la totalidad del territorio (tendido de infraestructuras, mejoras del tejido preexistente, completamientos y esponjamientos) de otras paradigmáticas y distintivas en localizaciones estratégicas puntuales (equipamiento y espacios públicos de jerarquía tanto en mejoramientos como en nuevos emplazamientos).

La sistematización de la metodología empleada puede explicarse desde dos categorías básicas complementarias: escalas y temáticas de intervención.

Por sus grados de especificación el proyecto atiende tres escalas:

escala macro / resolución de la relación articulada del barrio con su entorno mediato e inmediato, (continuidad de tramas viales, disolución de límites, generación de espacios públicos compartidos, etc.) incorporando su estructura al orden mayor del corredor centro – norte. La radicación total se vuelve sostenible asociándose en vez de compitiendo con las demandas extra barrio (resolución de la continuad de la autopista y su nodo inconcluso, recuperación de la accesibilidad del ferrocarril al área portuaria, delimitación definitiva de la expansión horizontal del barrio, etc.).

escala media / resolución del barrio como una totalidad significativa, con identidad propia articulada al rosario de identidades barriales que constituyen la Ciudad. No se trata de reemplazar o disolver las formas barriales asimilándolas miméticamente al entorno sino por el contrario de potenciar y dignificar sus rasgos propios (espacios de referencia, densidades, atmósferas, modos de habitar, etc.). El término (re)urbanizar implica precisamente entender la preexistencia como un hecho de características ya urbanas, con relaciones socio espaciales que deben ser mantenidas, mejoradas y potenciadas.

escala micro / resolución de los distintos componentes de la estructura interna del barrio, en especificación particularizada de todos y cada uno de sus elementos. Cada calle, cada vivienda, cada plaza o equipamiento requieren de un proyecto específico, los cuales una vez determinados permiten una apreciación cualitativa y cuantitativa del conjunto.

Atendiendo a las condiciones urbanas el proyecto satisface cinco temáticas:

referencia / espacios de distinción identitaria, focos y contenedores
Configuración de una plaza central sobre el vacío baricéntrico, flanqueada por un edificio híbrido albergando espacios administrativos, culturales y de producción de empleo y renta. Estos últimos contribuyen a la cualificación y sustentabilidad de las actividades económicas del barrio. Un sistema de plazoletas menores distribuidas en la continuidad del tejido potencia centralidades secundarias en cada sector, presentando equipamientos mejorados y de nueva factura (centros educativos, asistencia primaria de la salud, bibliotecas, salones vecinales, cultos religiosos, etc.).

flujo / espacios de movilidad y accesibilidad, líneas y vínculos
Organización de una trama vial diferenciada en la jerarquización de avenidas principales de tránsito vehicular, calles secundarias mixtas o de convivencia, y pasajes peatonales. Este sistema requiere desde cuidadas acciones de apertura en zonas “blandas” del tejido hasta calificación de trazas ya existentes. Estas tres jerarquías se complementan con la extensión del sistema de transporte público principalmente en los bordes del barrio y calles internas principales, destacándose especialmente la concreción de dos nuevas estaciones de ferrocarril subterráneo

habitabilidad / espacios de domesticidad, áreas y conjuntos
Tendido general de una nueva red de infraestructuras de servicios (agua, cloacas, energía, comunicaciones, etc.) aprovechando el trabajo sobre la trama vial.
El parque habitacional presenta un 70 % de viviendas a mejorar con acciones generalizadas de incorporación de nuevos núcleos húmedos, sumadas a intervenciones cuyo alcance varía y se tipifica en grados de intervención acordes al estado de consolidación de partida. El 30% restante, requiere acciones de relocalización en terrenos fiscales linderosix con viviendas nuevas. Estas vienen a sostener los corrimientos por apertura de vialidades o la mudanza de sectores no consolidables in situ (tejidos bajo autopista y sobre áreas ferroviarios operativas).

intercambio / espacios de interrelación, cruces y nodos
El extremo oeste del proyecto aporta la resolución final del nodo de intercambio, permite prolongar la autopista en área portuaria sin afectar población, recupera el acceso del ferrocarril de cargas al puerto, y con un parque topográfico constituye una referencia adicional. En este parque se recalifican la iglesia y memorial del Padre Mugica junto al edificio Movimiento, potenciando el centro de peregrinación y homenaje. En el extremo este, el rediseño de la plaza de la feria realza los escenarios del comercio popular y suma una nueva fachada a la terminal de buses con una rampa pública de acceso.

deslinde /espacios de diferenciación e intersección, bordes y límites
Un nuevo tejido de borde al norte se ofrece a la ciudad, sirviendo además de articulación mitigadora de la infraestructura portuaria y los nuevos flujos pasantes. Al sur una nueva avenida de borde circunscribe el avance del barrio sobre las áreas ferroviarias y jalona su recorrido con una serie de miradores hacia el frente urbano de los barrios tradicionales. En su traza se habilita la continuidad de un tranvía ligero regional (tren del este) hoy imposibilitada. Una pasarela peatonal y bicisenda articula el barrio hacia el sur, salvando la playa ferroviaria.

Especificidades y réplicas

Las resoluciones aquí presentadas constituyen una estrategia proyectual cuyo valor esencial es la demostración de un potencial escenario de articulación socio – espacial allí donde anteriormente sólo eran visibles contradicciones insalvables. La sistematización de escalas y temáticas de atención representa un primer principio de replicabilidad de la experiencia frente a otros contextos y entornos de actuación. Sus definiciones categoriales permiten fijar títulos genéricos de cuestiones a resolver, un primer listado de lo que debe ser tenido en cuenta. A partir de ellos se abren caminos diversos en resoluciones particularizadas, las “bajadas de título”, sus redacciones propias y pertinentes, ajustadas a las condiciones y posibilidades que presenta cada entorno específico de actuación.

La mayor importancia del proyecto es el haber constituido un rol de herramienta de empoderamiento. Ante la ausencia de otras opciones desarrolladas y especificadas con igual grado de participación, el prefigurar un escenario superador del status quo, permitió la irrupción de la organización vecinal en conjunción con un grupo de investigación, convirtiendo al principio involuntaria y luego conscientemente, un ejercicio académico en una herramienta política.

El rol jugado por los vecinos y la Universidad pública articulados en este caso particular revisita la tradicional asociación entre producción y transferencia del conocimiento. En un camino de ida el proyecto ha servido de “excusa” o condición necesaria a los vecinos para visibilizar, cualificar y cuantificar su reclamo. En sentido de regreso, la experiencia ha servido a los investigadores para sentar las bases de nuevas estrategias de abordaje proyectual e incluso para la revisión de la propia noción que se tenía del proyecto urbano como ya se ha descripto.

Nuevos colectivos vecinales del área metropolitana de Buenos Aires concurren hoy a la Universidad solicitando a los equipos su propio proyecto específico a raíz de la difusión y éxito relativo de esta experiencia. Ya no es necesario que la universidad “salga a la calle”: la calle viene a buscarla.

El desarrollo de nuevos casos de variadas escalas y entornos está contribuyendo a revisar modelos teóricos en constante reformulación, va fijando constantes y aprendiendo a extraer variables. Esta situación quizás permita incorporar nuevas tareas al rol de las Universidades en la región. Se trata de un camino posible de renovación del compromiso con su territorio de actuación, en definitiva de contribución a la construcción de nuevos saberes proyectuales frente a los desafíos que presentan las políticas de inclusión. Traducir la consigna general de justicia social en proyectos específicos de justicia espacial.

La oportunidad presente de insertarse en el macro proyecto de la autopista ribereña y convertirse en una de sus necesarias externalidades, representa el inicio de su definitiva materialización.

Info

Fotos-Planos

B31 2014